José Guadalupe Posada
Tan icónico como el rostro de Frida, de Villa, de Zapata, es el rostro de la muerte mexicana. Oscura o colorida, lúgubre o sonriente, pobre o rica, la Calavera Catrina es, desde hace décadas, parte central de la cultura mexicana. Y hay una ciudad en México que la celebra como ninguna otra: Aguascalientes. Cuando Hernán Cortés asciende al Templo Mayor, le sorprenden, sobre todo, los despojos […]
-
Páginas