Cuando Michael Jackson cambió la historia del espectáculo en vivo

Esta es la raíz de cuando Michael Jackson cambió la historia del espectáculo del medio tiempo de la NFL en el Super Bowl XXVII.

Fue el 31 de enero de 1993 cuando los Vaqueros de Dallas se impusieron a los Bills de Búfalo 52 a 17, un resultado que les permitió ganar el tercer Trofeo Lombardi en la historia de los Cowboys y, la tercera de cuatro derrotas consecutivas en el Super Bowl para los Bills. La aparición de Michael Jackson fue una revelación, pues la NFL había enfrentado competencia en 1992 cuando se transmitió por televisión un episodio especial de la serie «In Living Color» al mismo tiempo que el partido. Y la NFL pensó en una estrategia para convertirse en el punto de atención durante el descanso y decidió implementar conciertos encabezados por músicos conocidos, comenzando por el Rey del Pop.

Jackson estuvo en el escenario por poco más de 12 minutos, iniciando su presentación con «Jam». El Rey del Pop encendió el escenario en el Rose Bowl de Pasadena cuando terminó “Jam” de golpe para dar inicio a “Billie Jean”, con un par de pasadas de su moonwalk mientras sus músicos tocaban magistralmente el icónico himno. Y siguió el otro gran sencillo del entonces más reciente álbum de MJ, “Dangerous”. Black or White sonó potentemente en medio de la cancha para terminar con un puñado de gente instalándose en ambos polos con dos grandes banderas con una ilustración de dos manos blancas y negras estrechándose.

Antes de finalizar el espectáculo, Michael estuvo acompañado por un multitudinario coro infantil para interpretar «We Are the World» para finalmente cerrar con «Heal the World». La presentación de Michael Jackson en el Rose Bowl atrajo una audiencia de 133.4 millones de personas, convirtiéndolo, hasta la actualidad, en uno de los eventos televisivos más vistos de la historia.

El Super Bowl XXVII fue la séptima y última edición del juego de campeonato en el área de Los Ángeles, California desde que los Rams y los Raiders abandonaron la ciudad en 1994. Sin duda un evento que marcó un antes y un después en la cultura pop.