JEFF BECK: DESDE LA SEXTA CUERDA
Escrito por Trión Grupo Fórmula el 08/02/2023
Escrito por: José Fernando Cuevas
Sigue a: @cuevasdelagarza
Guitarrista excepcional cuya versatilidad le permitía moverse por géneros que iban del hardrock al blues, del jazz al R&B, acercado por Ian Stewart, y hasta la electrónica por si hiciera falta. El reverb, la distorsión y el feedback formaban parte orgánica de sus interpretaciones, además de la astucia para saber cómo y en qué momento incorporarlas no como un lucimiento técnico, sino a manera de nutrir la canción en cuestión. Formó parte de esa academia guitarrera de altísimo nivel que se llamó The Yardbirds, misma por cuyas aulas también desfilaron, además de él, Eric Clapton y Jimmy Page, trinidad irrepetible en cualquier grupo. Así, se subió e impulsó la invasión británica, esta sí, bienvenida.
Originario de Wallington, Geoffrey Arnold Beck (1944-2023) fue niño de coro y desde ahí le llamó la atención la guitarra eléctrica, escuchando a los primigenios maestros como Les Paul y Cliff Gallup. De adolescente, intentó construir su guitarra y tras dejar la escuela, entró al Wimbledon College of Art. Fue ahí donde empezó a tocar con diversos grupos durante la primera década de los sesenta y se integró durante 20 meses a la banda mencionada en sustitución de, ni más ni menos, Eric Clapton, llenando expectativas y zapatos, y contribuyendo para que el grupo se consolidara como un referente de la fusión británica: ahí queda el clásico Roger the Engineer (1966), álbum en el que participó por completo.
Presentó su debut bajo el nombre de Truth (1968), integrado por algunos covers y tres temas propios firmados junto con Rod Stewart, cómplice vocal. Muy bien arropado por el colega Ronnie Wood, el bajo de John Paul Jones, Nicky Hopkins y sus teclados, y las baterías de Micky Waller y Keith Moon, ni más ni menos, Beck se lanza al ruedo con pleno dominio de su instrumento, aquí fungiendo como puente entre un rock de apuntes sicodélicos y un blues rotundo, verdadero. Uno de los frutos del álbum fue aportar un soporte a la consolidación del heavy metal como género distinguible. Ya haciendo oficial The Jeff Beck Group, con Tony Newman en la batería, grabó el más rockanrolero Beck-Ola (1969), articulado con un par de célebres versiones y cinco piezas compuestas por los integrantes del grupo, y aderezado con una portada surrealista de Magritte, refiriendo a la inmensidad de la capacidad de escucha.
Con cambio de alineación, que en efecto se resiente, y el propio Beck como compositor principal, ya recuperado del fuerte accidente automovilístico que sufrió en 1969, se presentó Rough and Ready (1971), seguido por el homónimo y final Jeff Beck Group (1972), que al igual que su antecesor, se sostuvo por la elusiva capacidad interpretativa de la guitarra, dibujando figuras imposibles que atraviesan el ambiente sonoro. Ese mismo año apareció el recopilatorio Shapes of Things (1972). Volvió pronto con la integración del macizo trío Beck, Bogert & Appice, conformado por la sección rítmica de Vanilla Fudge y Cactus: el bajista Tim Bogert y el baterista Carmine Appice, con quienes consiguió dinámica y sólida química que se desparrama por el homónimo Beck, Bogert & Appice (1973), que incluye la significativa versión de Superstition de Stevie Wonder; la asociación alcanzó para grabar Live in Japan (1973).
ABRAZANDO LA FUSIÓN
El instrumental Blow by Blow (1975) fue producido por George Martin y la fusión entraría de lleno a su propuesta, aquí advertida en los acentos jazzeros por los que se cuelan los siempre poliédricos acordes de la guitarra. Firmó Wired (1976) con Jan Hammer, tecladista de la Mahavishnu Orchestra, y acompañó al grupo en su tour, registrado en Jeff Beck with the Jan Hammer Group: Live (1977): el dinamismo y la profundidad de las cuerdas encontraron aquí un terreno fértil del que germinaba un psicojazz infectado de un rock instrumental, cual cables de alta tensión. La asociación alcanzó hasta el There and Back (1980) para sellar un periodo de instrumentaciones profusas y de intersecciones genéricas impecablemente ejecutadas, con el característico vibrato recorriendo la paleta de graves y agudos.
Volvió con el rockpop de Flash (1985) bajo la producción de Nile Rodgers y acompañado de diversos vocalistas y viejos cómplices, y se dio tiempo para colaborar en los álbumes solistas de Mick Jagger, She’s the Boss (1985) y Primitive Cool (1987), aportando su impronta para las canciones del afamado vocal stoniano. Junto con Terry Bozzio y Tony Hymas produjo Jeff Beck’s Guitar Shop (1989), otro sólido álbum instrumental que generó un tour en el que participó Stevie Ray Vaughan, o sea, puro músico de primera división. Beckology (1991) se integró por tres CD’s a manera de recuento; grabó Frankie’s House (1992) con Jed Leiber para la serie televisiva de Australia; colaboró con Roger Waters en su álbum Amused to Death (1992), y le rindió homenaje a Gene Vincent y Cliff Gallup en Crazy Legs (1993) junto con los Big Town Playboys.
Después de un largo periodo sin ofrecer nuevos temas, finalmente apareció Who Else! (1999) para despedir el milenio, integrado por varias composiciones de Hymas y aditamentos propios de la electrónica, entrelazados con la habitual fusión de blues, rock y jazz, extendido a You Had It Coming (2001), con Imogen Heap en la vocal de la reconocible Dirty Mind, y al homónimo Jeff (2003), al que le siguió el álbum en vivo Performing This Week: Live at Ronnie Scott’s Jazz Club (2008). De alcance orquestal, produjo Emotion & Commotion (2010), con las vocales de Jesse Stone, Olivia Safe e Imelda May e integrando reconocidas piezas de música clásica y más propias del rock.
Live and Exclusive (2010), para el museo del Grammy, Rock & Roll Party (Honoring Les Paul) (2011) de nuevo con Imelda May, Live+ (2015) con dos nuevos cortes de estudio, Loud Hailer (2016) junto con la vocalista Rosie Bones y el colega Carmen Vandenberg, ambos jóvenes integrantes de la banda Bones. Cerró su trayectoria con Live at the Hollywood Bowl (2017) y 18 (2022), grabado en compañía del actor Johnny Depp y conformado por versiones, en su mayor parte: terminó siendo la última incursión en los estudios de grabación del genio de la guitarra. Murió el 10 de enero en su natal Inglaterra a los 78 años, dejándonos un legado guitarrero que nos seguirá acompañando por su permanente capacidad de mantenerse actual y al mismo tiempo como referencia estilística.