Xico: un tesoro a las faldas del Cofre. Miércoles de Spots and Places
Escrito por Trion el 25/07/2018
Xico es un pequeño pueblo en el corazón veracruzano que mantiene sus costumbres y su misticismo. Ha sobrevivido desde la época precolombina, prevaleció durante la Colonia y se resiste a la modernidad.

Cascada en las inmediaciones de una antigua fábrica en Xico. (Imagen: VM para Trión).
Conocer Xico es descubrir un lugar misterioso, como Spectre de Big Fish. En medio del bosque, a las faldas del Cofre de Perote –que forma parte de la Sierra Madre Oriental veracruzana, Xico florece con la humedad de sus neblinas, la firmeza de sus calles empedradas, el aroma a café, pan y mole, y la vibrante emoción de la gente que se reúne en las varias celebraciones que este Pueblo Mágico ofrece a lo largo del año.
Vivir una fiesta de Xico podría describirse como ver desde arriba el crisol de la cultura. Hay tradiciones españolas, árabes, negras, totonacas, mexicas y de otras etnias de la región, católicas, coloniales, nacionalistas, regionales, ganaderas, artesanales, gastronómicas, folclóricas, musicales… En sus celebraciones, hay fandangos con jaranas y bailadoras, grupos locales de cumbias, presentaciones de orquestas de música popular y clásica, incluso raves en algún lugar cercano, que comienzan justo al terminar la quema de los toritos de fuegos artificiales… Ayer y hoy y todo el mundo ahí. Xico es, casi, casi, un Aleph de Borges.
Xico es, casi, casi, un Aleph de Borges. (Imagen: By Jonlanzagorta [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)], via Wikimedia Commons).
La Xiqueñada es la fiesta que se hace cada año el 22 de julio para celebrar a la Patrona de Xico, Santa María Magdalena. Sí, María Magdalena, quien representa la liviandad y la penitencia, es la santa de este pueblo cuya tradición católica le viene de mediados del siglo XVI, cuando los franciscanos llegaron a Xicochimalco, voz náhuatl que significa “donde hay panales de cera amarilla”, o “en el escudo de los ‘xicotes’ (una especie de abeja)». El nombre simboliza lo místico del sitio, y se redujo a Xico en 1892.
El culto a Santa María Magdalena es de tal magnitud y tiene tanta historia que hay un museo dedicado a ella en la parte trasera de la Catedral, que por cierto tiene un estilo barroco y unas cúpulas increíbles que datan del siglo XVIII. Su propia Parroquia ha sido destinada al Museo del Vestido de Santa María Magdalena, que tiene miles de ejemplares de los ajuares y las pelucas que le han regalado a la Patrona los mayordomos y creyentes desde hace siglos. Hay tantos estilos como se los pueda uno imaginar. El Salón del Vestido es sin duda de lo mejor que hay en este pequeño paraíso entre las montañas.
Tapete de aserrín que culmina al pie de la escalinata de Catedral. (Imagen: By Midamaar [GFDL (http://www.gnu.org/copyleft/fdl.html) or CC BY-SA 4.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/4.0)], from Wikimedia Commons).
La fiesta de Santa María Magdalena incluye el armado y levantamiento de un arco floral gigante que se erige en la entrada de la Catedral de Xico. Para el paso de la Patrona, se hacen tapetes de aserrín de colores con motivos florales y varios metros de longitud, en los que figuran los nombres de los grupos participantes, también representados por cabalgatas y escaramuzas y toritos de fuegos artificiales, que van recorriendo la calle principal de Xico hasta llegar a la explanada de la catedral, donde se les enciende cuando la noche va cayendo, regalándoles a los asistentes un espectáculo maravilloso en el que las chispas de colores se funden con las risas de los niños que persiguen emocionados al torito prendido dando vueltas por la plaza central.
Además de la celebración en honor a su Patrona, en Xico se festeja en grande la Pasión de Cristo, la Vigilia Pascual, el Día de la Santa Cruz, Todos Santos, que es la forma de llamarle en la zona central de Veracruz a la festividad de Día de Muertos, y la Navidad. Ir a Xico en día de fiesta puede resultar, sólo por el traslado, toda una experiencia. Y quizá no la mejor, pues el camino para llegar a este pueblo mágico tiene un solo carril de ida y vuelta. ¿Vieron Mecánica Nacional? Imagínense esa salida México-Cuernavaca, atascada de automovilistas enardecidos, pero en este caso todos van en fila india y guardando respeto porque se dirigen a una festividad de carácter religioso.

Cruz antigua ubicada a un costado del Salón del Vestido de Santa María Magdalena. Se calcula que la base de piedra de esta cruz data del siglo XVI. (Imagen: VM para Trión).
En cuanto a la gastronomía, si es día de fiesta, en Xico habrá de todo. Desde comida rápida gigante, como en cualquier feria de provincia, hasta una gran variedad de tamales únicos, como los xocos y los canarios. También son típicos el mole, el pan de huevo, las masafinas (galletas deliciosas que no hay manera de describir en palabras), los licores de morita, hierbas, naranja y muchos sabores más, que son preparados por las familias del lugar y reposan enterrados en sus jardines, mientras se añejan para sacarlos cuando hay invitados en la casa, unos siete, o dieciocho o treinta años después.
Hay muchos lugares cercanos a Xico para aprovechar al cien un fin de semana, como las cascadas de Texolo y la Monja, Jalcomulco, Teocelo, Naolinco y Coatepec. El turismo xiqueño es más regional que foráneo, aunque nunca faltan extranjeros y, para ellos, hay algunos establecimientos con piezas únicas de artistas locales a precios casi inaccesibles para los del lugar. Como quizá notaron, el bullicio es parte de las fiestas de Xico por lo que, si buscan tranquilidad, les recomendamos visitar este hermoso lugar en cualquier otra fecha que no sea una de las que mencionamos. Xico se ubica a 20 kilómetros de Xalapa, capital de Veracruz, la cual se encuentra a unas dos horas de Puebla y poco más de cuatro horas de la Ciudad de México.
Detalle de la Catedral de Xico. (Imagen: By Adam Jones from Kelowna, BC, Canada [CC BY-SA 2.0 (https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0)], via Wikimedia Commons).
Verónica Mastachi