¿Alguna vez has juzgado a alguien por sus gustos musicales? Claro que sí. Y estás en lo correcto. La música dice mucho sobre la personalidad de alguien.
Gracias a diversas investigaciones se sabe mucho sobre el poder de la música:
Tus gustos musicales dicen cosas certeras sobre ti, incluyendo tus preferencias políticas.
Amas tu canción favorita porque está asociada con una experiencia emocional intensa que viviste.
Tus preferencias en la música están influenciadas por tus padres.

Acéptalo: sí compartes gustos musicales con tus padres. (Imagen: Masterfile Royalty-Free)
La música que te gustó en tus veintes será la que probablemente ames el resto de tu vida.
Y, sí, los rockstars realmente viven rápido y mueren jóvenes (live fast and die young, you know).
También resulta que la música afecta tu conducta – mucho más de lo que podrías pensar. Hay estudios que muestran que la música puede hacer que consumas más bebidas alcohólicas, gastes más dinero, seas más amable o que incluso actúes sin ética.
Y, no, ni el rock ni el heavy metal hacen que la gente se suicide – pero es posible que la música country sí. Los resultados del análisis de regresiones múltiples en 49 áreas metropolitanas [de Estados Unidos] muestran que entre más tiempo aire se le dedique a la música country, más alta es la tasa de suicidios.

Don Gibson, exponente de la música country. (Imagen: Wide Open Country)
La música es tan poderosa que puede volverse una adicción.
Entonces, ¿es posible usar investigaciones científicas sobre música para mejorar nuestras vidas? Definitivamente sí.
Aquí dejamos cinco ejemplos:
1) La música te ayuda a relajarte.
Sí, hay investigaciones que demuestran que la música es relajante. Ya sabemos que es obvio. Sin embargo, hay que tener claro qué tipo de música ayuda a relajarse más. ¿Necesitas un momento? Deja de lado el pop y el jazz y opta por algo clásico.

La música clásica regula la presión y ayuda a relajarse en menos tiempo. (Imagen: YouTube)
De acuerdo a un estudio de la Universidad de California en San Diego, lecturas de la presión sanguínea revelaron que escuchar pop o jazz tenía el mismo efecto restaurativo que el silencio total. En contraste, quienes escucharon a Pachelbel y a Vivaldi se relajaron más rápidamente, y su presión volvió a niveles normales en mucho menos tiempo.
2) La música violenta mejora tu desempeño.
Normalmente se piensa en la ira como algo universalmente malo, pero esta emoción también tiene usos positivos. La ira enfoca la atención en la recompensa, incrementa la persistencia, nos hace sentir que tenemos el control y somos más optimistas sobre alcanzar nuestros objetivos.
Cuando un grupo de personas puestas a prueba escucharon música violenta al jugar videojuegos, obtuvieron puntajes más altos. Los investigadores encontraron que la gente prefería escuchar música violenta antes de jugar Soldier of Fortune. Enfrentando una actividad en la que la ira podría ser una función útil facilitando el disparar a los enemigos, los participantes optaron por un boost de ira. Lo que es más, escuchar este tipo de música realmente mejoró su desempeño.

La ira no necesariamente tiene que ser una emoción negativa. (Imagen: Digital Spy)
3) La música reduce el dolor.
Cuando el ibuprofeno no está haciendo su trabajo, podría ser un buen momento para poner tu canción favorita. Hay estudios que muestran que esto puede reducir el dolor.

Si la medicina no funciona, intenta con tu música favorita. (Imagen: iStock)
En un estudio de 2008 sobre los efectos de la música y el arte en la percepción del dolor, se encontró que escuchar música preferida incrementó significativamente la tolerancia y la percepción del control sobre el estímulo doloroso y la disminución de la ansiedad, en comparación con la distracción visual (al mirar diferentes pinturas) y las condiciones de silencio.
4) La música puede salvar una vida.
¿Sabes la manera adecuada de dar compresiones torácicas de resucitación cardio-pulmonar? La clave es el timing. Y, ¿cuál es la mejor forma de recordar un timing durante una emergencia? Cantando «Stayin’ Alive» de los Bee Gees. Sí, en serio.
El Dr. John Hafner, del Colegio de Medicina de la Universidad de Illinois en Peoria, hizo que quince médicos y estudiantes de medicina dieran cien procedimientos de compresión (en maniquíes) mientras escuchaban a los Bee Gees con «Stayin’ Alive». Hafner reportó en el Diario de Medicina de Emergencia, que la tasa promedio fue un excelente 109.1. Cinco semanas después, repitió el ejercicio indicándole a los participantes que cantaran en su mente la canción como una «asistencia musical a la memoria». Su tasa promedio aumentó a 113.2. El estudio reportó que este «metrónomo mental» mejoró la «habilidad técnica y confianza al dar resucitación cardio-pulmonar» de los profesionales médicos.
Te dejamos un promocional de la campaña de la American Heart Association, en el que usan este clásico de la música disco para hacer conciencia de las acciones a tomar en caso de una emergencia cardíaca. Además, está genial.
[youtube https://www.youtube.com/watch?v=n5hP4DIBCEE?rel=0&w=280&h=160]
5) La música puede hacerte una mejor persona.
¿Necesitas ablandar el corazón de alguien? ¿Quizá el tuyo? Escuchar música puede hacerte más compasivo.
En un programa de grupos focales de composición musical, niños de 8 a 11 años se volvieron notablemente más compasivos, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Cambridge publicado hace cuatro años. Esto sugiere que lo niños que componen música juntos no sólo se están divirtiendo: también están absorbiendo un componente clave de la inteligencia emocional.
En resumen, la música no sólo dice mucho sobre ti, también aporta maneras sencillas de hacer nuestra vida mejor.

Imagen: Shutterstock.
Por Eric Barker, publicado en TIME Magazine.
Traducción y edición para Trión de Verónica Mastachi.
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Trion
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