El avión supersónico de la NASA. Martes sobre ruedas
Escrito por Little el 17/04/2018
Más de setenta años después del primer vuelo supersónico, la humanidad busca poder volver a viajar a esas velocidades y es que NASA está avanzando con la construcción de un avión llamado X-Plane, que será diseñado desde cero para volar más rápido que el sonido con lo último en tecnologías supersónicas silenciosas.
Para esto ha dado un gran paso firmando un contrato por más de 245 millones de dólares con Lockheed Martin para encargarse de diseñarlo, construirlo y probarlo.
Lockheed Martin Aeronautics es una empresa aeronáutica y militar estadounidense que fue elegida por su investigación en el sistema Quiet Supersonic Technology, que hace que al pasar a velocidades supersónicas los aviones no emitan el estruendo denominado Sonic Boom, sino uno inferior al que llaman Low Boom.
El contrato se extiende hasta el 31 de diciembre del 2021, fecha en la que la NASA espera tener el avión experimental y en 2023 pretenden iniciar las pruebas de vuelo del nuevo X-Plane por encima de algunas ciudades estadounidenses.
Con estas pruebas buscan recabar datos de vuelo, así como recibir información de los residentes sobre las posibles molestias que pudiera provocar.
Si todo sale como está planeado, el X-Plane deberá ser capaz de volar a 18 mil metros de altura, consiguiendo velocidades de alrededor de 1,500 kilómetros por hora. Y la principal característica de este proyecto está en el ruido que producirá, que debería quedarse en sólo 75 decibelios, que es como equivalente al sonido que hace la puerta de un coche al cerrarse.
Las regulaciones de Estados Unidos no permiten los vuelos supersónicos por la explosión sónica que producen. El proyecto busca demostrar que puede mitigarse a través del diseño del casco del avión y así poner a consideración nuevas reglas.
En el video publicado por la NASA muestra un avión puntiagudo y con un solo motor, capaz de volar aproximadamente 60 por ciento más rápido que un avión comercial tradicional, algo que podría reducir hasta tres horas de viaje entre Estados Unidos y Europa.
Funcionarios de la NASA describieron el proyecto como parte de un esfuerzo de largo plazo para llevar vuelos supersónicos a un mercado más amplio.