Vehículos autónomos: la realidad superó a la ficción
Escrito por Trion el 12/01/2018
Desde el Beetle Herbie de 1968, el Plymouth Fury 58 llamado Christine, el super Pontiac Firebird de 1982 conocido como KITT, el coche fantástico; el Batimovil en todas sus versiones el Lexus 2054 de Minority Report, el Audi RSQ de Yo, Robot hasta los coches de Transformers son vehículos de conducción autónoma que de no ser por el cine o la televisión no nos habríamos planteado su existencia.
Afortunada o desafortunadamente a estas alturas del desarrollo tecnológico podemos decir, sí, hemos llegado al punto donde la necesidad de un conductor está siendo suplantada por chips y máquinas que permitirán al usuario simplemente disfrutar de un paseo sin preocuparse por portar una licencia, manejar después de haber bebido alcohol, ir a su destino sin saberse la ruta o el tráfico e incluso quedarse dormido.
En 1969, John McCarthy, conocido como uno de los padres de la inteligencia artificial, describe algo similar al vehículo autónomo moderno en el ensayo “Computer Controlled Cars“.
En el hace referencia a un “chófer automático” que es capaz de navegar por una vía pública observando todo por medio de la “entrada de una cámara de televisión.
McCarthy escribe que los usuarios deberían poder ingresar un destino usando un teclado asimismo permitiría la introducción de más comandos para cambiar el destino, detenerse en un punto y reducir o aumentar la velocidad.
Unos de los que podrían ser pioneros en vender estos vehículos son General Motors y Cruise, quienes han presentado una evolución del Chevy Bolt Autónomo, también conocido como «Cruise Autonomous Vehicle».
Este vehículo tiene una alimentación completamente eléctrica, contempla sistemas inteligentes como el cierre y la apertura automático de las puertas, sistemas de seguridad avanzados y en vez de volante y pedales contempla una pantalla central en la consola desde la cual se podrán supervisar y controlar aspectos del coche.
Pero, no todo es miel sobre hojuelas ya que la eliminación de los sistemas básicos de conducción (volante y pedales) genera un amplio debate entre los fabricantes de coches y los organismos reguladores.
En esta controversia hay quienes insisten en mantener por lo menos los primero años de los vehículos autónomos estos sistemas con el fin de poder prevenir cualquier situación que se le presente al conductor.
Otros prefieren mantener el control total de la dirección del vehículo como un hobbie y existen quienes prefieren eliminar radicalmente los elementos de la vieja escuela.
El que parecía un simple proyecto futurista de estas marcas, no lo es ya que ambas empresas han iniciado la tramitología pertinente para comenzar su producción y comenzar a vender las primeras 2600 unidades antes de que termine el 2019.
Cabe destacar que este no es el único prototipo de coche autónomo que ha surgido, en 2009, Google comenzó a desarrollar en secreto un proyecto de vehículo autónomo llamado Waymo, liderado inicialmente por Sebastian Thrun, ex director del Laboratorio de Inteligencia Artificial de Stanford y co-inventor de Google Street View.
Google detalla que sus caros autónomos se han conducido colectivamente por más de 4 millones de millas bajo el control de las computadoras sin que haya ocurrido ni un solo accidente.
Como vemos los carros autónomos se preparan para cambiar la forma de transportarnos, tal y como lo conocemos y aunque la idea ya no es tan descabellada solo el tiempo dirá si este tipo de vehículos resultan confiables o no.