Los 3 errores laborales más comunes entre los millennial
Escrito por Trion el 05/06/2017
Los jóvenes millennial (los nacidos entre 1981 y 1995) se caracterizan por vivir su día a día de la mano de la tecnología, socializando de manera virtual, comunicándose en 140 caracteres, navegando en la Internet y las redes sociales, pero a pesar de tanta interacción, de conocer su entorno social y de participar en eventos, no están tan acostumbrados a socializar de manera directa. Algunos especialista le llaman a esto falta de atención o falta de foco.
Ese es lo que podríamos llamar el talón de Aquiles de los millennial. Su falta de foco radica en su falta de atención a situaciones que ocurren en su entorno directo, como es el laboral. Pensemos en un ejemplo tan simple: estás en una junta de trabajo y durante la misma atiendes las notificaciones de tu dispositivo móvil, al atender un mensaje, así sea de carácter laboral, ya perdiste la atención de la junta. Generalmente lo hacemos sin darnos cuenta. Pero ¿qué pasa con aquellas personas que pierden la atención en exceso y durante otras situaciones? Definitivamente se meterán en problemas o les creará fricciones con sus compañeros y jefes, que están más acostumbradas al trato directo.
En este sentido, y de acuerdo a la revista Entrepreneur y el New York Times estos son los errores más comunes que cometen los millennial en el ámbito laboral:
Esperan un reconocimiento inmediato
Los millennials esperan recibir un reconocimiento, recompensa o consideraciones, al poco tiempo de ingresar a un empleo, pero lo que sucede es que pasan por inadvertido que deben cubrir con un periodo de crecimiento, de prueba y/o experiencia, como parte del proceso de la relación laboral. Quieren casi de inmediato una superación y con ello un reconocimiento que sea el peldaño para crecer dentro de una empresa. No aceptan con facilidad la idea de forjar una trayectoria que les permita ganar experiencia, mucho menos si lleva más tiempo del que consideran adecuado.
Necesidad de compartir en exceso su vida personal en las redes sociales
Para el millennial es casi una necesidad vital externar en sus redes sociales lo que hacen diariamente, desde que se levantan hasta que se duerme, qué desayunaron, con quién salen, a qué lugares, si se fueron de compras o al concierto del artista de moda, etcétera. Aparentemente no hay nada de malo en compartir su vida en redes sociales pero el problema viene cuando ese millennial no calcula que su vida laboral también está expuesta en las redes sociales al referirse a ella. Dos ejemplos muy comunes son los siguientes:
Un día una chica decide expresar que está harta de su trabajo, de su jefe, del pago miserable que recibe y de un sin fin de cosas. Lo que olvida en el momento de redactar su post lleno de enojo y frustración, es que entre sus contactos se encuentran compañeros de oficina y hasta su jefe inmediato. El problema viene cuando su post llega a los ojos de su gerente o CEO de la empresa. Podrán imaginar las consecuencias, que pueden ir desde una llamada atención hasta perder el empleo.
El segundo caso es más común todavía, solicitar permiso para salir temprano o ausentarse de la oficina, argumentado que es por motivos de causa mayor o una emergencia, y en realidad toman ese tiempo para hacer algo que en realidad no es una emergencia o necesidad real; peor aún cuando se comparte en redes sociales. Las pequeñas mentiras o en indiscreciones son las que no deben cometerse para no tener problemas de a gratis, porque además, la próxima vez que quieran obtener un permiso difícilmente lo tendrán.
Es una realidad que actualmente las empresas o empleadores recurren a las redes sociales de los empleados o candidatos, para obtener un información adicional. Y aunque si bien es cierto que todos somos libres de expresar lo que queramos en las redes sociales, también es cierto que hay que cuidar lo que se publica y comparte. El millennial deber aprender a ser sensato, separar la vida privada de la pública, lo que debe decirse de manera directa o en privado.
Confundir la franqueza con la insubordinación
Muchos millennials, especialmente los más jóvenes, no tienen claro el filtro del respeto hacia sus jefes y los organigramas empresariales, por eso para ellos es más fácil decir o hacer cosas que son claramente inapropiadas, se saltan jerarquías y caen en acciones irrespetuosas. Y es que una cosa es decir lo que se piensa y otra muy diferente es no tener un filtro de educación o respeto. La educación, el respeto, las jerarquías y el sentido común deben de existir siempre, no son una moda.
El New York Times describió, en febrero del 2016, a los millennial como la generación más narcisista de los tiempos. Que si bien no es una generalidad, es real que algunos pensarán y actuarán así. En cada individuo, de esta generación, queda analizar si cabe o no dentro de este estereotipo.
Con información de Soy Marketing, New York Times y Entrepreneur